Ir al contenido principal

La Alberca y Peña de Francia, maravillas de Salamanca.

La Sierra de Francia es una de las joyas naturales que alberga la provincia de Salamanca, una de las grandes desconocidas de nuestra geografía. Es un conjunto de sierras que pertenecen a las estribaciones occidentales del Sistema Central y que se enmarcan dentro del Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia, al sur de la provincia salmantina. En su vertiente inferior limita con la comarca cacereña de Las Hurdes, por lo que se puede considerar a la Sierra de Francia como la frontera natural entre las comunidades autónomas de Castilla y León y Extremadura. 

La Sierra de Francia toma su nombre de una colonia de franceses establecida aquí en los siglos XI y XII, tras la expulsión de los árabes de la península. Fue la maniobra del rey Alfonso VI para promover la repoblación de estas tierras, las cuales quedaron impregnadas para siempre de la influencia artística del país vecino.

Al encontrarse apartada de grandes urbes este territorio constituye un verdadero remanso de paz, con numerosos bosques, ríos y valles en los que da gusto perderse. En su entorno se esconden algunos de los pueblos más bonitos de España, sin exagerar, cinco de los cuales han sido declarados como <<Conjunto Histórico-Artístico>>. Un interesante patrimonio arquitectónico y cultural que incluye ermitas, monasterios, pinturas rupestres y caminos muy antiguos que unen los diferentes núcleos de población. Por todo esto y más la Sierra de Francia era desde hace tiempo uno de mis objetivos para un pequeño viaje de interior. Y aquí estamos, dispuestos a explorar no sólo la belleza natural que ofrece sino también sus tradicionales pueblos, que son en definitiva la seña de identidad de esta región. 

En cada viaje reservamos algún que otro día para descansar de las rutas de senderismo y dedicarnos a conocer los pueblos sin prisas, degustar su gastronomía y entrar a cuantas iglesias y/o museos nos interesen. Hoy es ese día. Pero para añadir un poco más de marcha decidimos empezar la jornada subiendo a uno de los puntos más altos y reconocibles de estas sierras, la Peña de Francia, ubicada en pleno corazón del parque natural. Para llegar a la cumbre se puede subir caminando o acceder cómodamente en coche, en esta ocasión preferimos dejar guardadas las botas de montaña y entregarnos a la vida cómoda, que tampoco está mal. Una carretera con muchas curvas nos hace ganar bastante altura en pocos kilómetros.

Una vez arriba se aprecia el cambio brusco de temperatura por la altitud. Esperaba unas buenas panorámicas y seguramente las haya, pero nos encontramos justo por encima de un mar de nubes que mantiene ocultos los profundos valles. 

Aunque el punto más alto de la comarca es el pico de La Hastiala (1735 metros), la Peña de Francia (1723 metros) goza de una mayor popularidad por acoger el Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, considerado como el templo mariano más alto del mundo. Su proximidad con el Camino de Santiago han convertido el lugar en un importante centro de peregrinación, al que acuden tanto turistas como devotos. Además del santuario el conjunto monástico se compone de una hospedería, un repetidor de telecomunicaciones, un convento de frailes y tres capillas exteriores, una de las cuales está construida sobre la cueva en la que se halló la imagen de la Virgen de la Peña de Francia. El hallazgo tuvo lugar en 1434 por Simon Roland, un peregrino francés que según cuenta la leyenda recibió en sueños las instrucciones para encontrar a la virgen en esta montaña. Poco tiempo después se levantó el monumento para venerar la imagen, por orden de los hermanos benedictinos, y desde entonces no ha dejado de recibir visitantes. En el año 1956 fue declarado Bien de Interés Cultural.




Las puertas del santuario permanecen cerradas a cal y canto, sin carteles que indiquen horarios de visitas, pero nada impide pasear alrededor de las construcciones y contemplar las vistas desde varios miradores enclavados en la peña. En días despejados destacarían algunos picos y sierras cercanas, como las de Gredos, Béjar y Las Hurdes. Debido a la espesura de las nubes hoy no es posible verlas, pero esa tenebrosidad que envuelve la montaña también tiene su encanto. 




Pese a la majestuosidad de los edificios lo más interesante se encuentra afuera, en el conjunto de rocas y cortados que rodean la cumbre y que nos permiten asomarnos al vacío. 





Después de un largo paseo por las nubes nos dejamos caer hasta una de las localidades más renombradas de Salamanca: La Alberca. Al encontrarse muy cerca de la Peña de Francia supone la combinación perfecta para pasar el día, ya que ambos enclaves son visitas ineludibles de la Sierra de Francia. La Alberca fue el primer pueblo español en recibir la distinción de Monumento Histórico Artístico Nacional, en el año 1940. Y no es para menos, su legado histórico unido a una forma de vida tradicional y a una arquitectura serrana conforman una villa única.

A las afueras de la localidad hay unos grandes aparcamientos de pago que hacen el agosto en temporada alta. Pero si vas como nosotros un día entresemana en el mes de junio no tendrás problema para dejar el coche de forma gratuita y moverte por las calles con la máxima tranquilidad. 

Visitar La Alberca es hacer un viaje al pasado. El casco antiguo invita a detenerse para recorrer con la mirada cada una de sus pequeñas plazas, callejuelas y fachadas, antiguas construcciones de piedra con unas llamativas vigas de madera. Mención especial para esos balcones cargados de flores, así como las puertas y ventanas asimétricas, tan coloridas y expresivas.

En pleno centro se encuentra la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, una construcción del siglo XVIII cuyas grandes dimensiones sobresalen en medio de un pueblo de poco más de mil habitantes. Se trata de un templo de piedra granítica que fue levantado sobre los restos de una iglesia más antigua y que muestra estilos variados como el gótico y el renacentista. En su interior destaca el retablo de la Virgen del Rosario y un púlpito de granito policromado del siglo XVI. Fuera llaman la atención la robusta torre, dos pórticos laterales con arcos y la curiosa escultura de un cerdo. Es una representación del Marrano de San Antón, antigua tradición por la que cada año se suelta un ejemplar de cerdo para que deambule libremente por las calles de la localidad. Vecinos y turistas participan en su crianza hasta que llega el día de San Antón, momento en el que se rifa al pobre cochino para donar el dinero a alguna causa benéfica. 

Más allá de grandes monumentos lo que dota a La Alberca de un potente atractivo es el conjunto arquitectónico en sí mismo, un estilo ancestral muy bien conservado, con influencias de las culturas judía, árabe y cristiana. Pequeños rincones olvidados en el tiempo que suponen un museo al aire libre. 






Y qué mejor manera de terminar la visita a La Alberca que paseando por su encantadora Plaza Mayor, punto de encuentro para los albercanos y lugar recomendado para saborear una caña mientras se contempla la vida pasar. Los antiguos soportales con columnas de granito se distribuyen por una plaza de base rectangular, en cuyo centro se sitúa una fuente y un crucero de piedra. Elementos que configuran una de las imágenes más icónicas de toda la Sierra de Francia. 




¡Hasta la próxima rutilla!









Comentarios

Popular Posts

Volcán de San Antonio y Volcán Teneguía, los grandes protagonistas del sur de La Palma.

Primera ruta de senderismo en suelo canario y primera toma de contacto con los volcanes de La Palma. ¡Con las ganas que le tenía al turismo  vulcanil !  Y como no podía ser de otra forma empiezo por uno de los platos fuertes del viaje, el  Parque Natural de Cumbre Vieja , una importante región volcánica que en los últimos tiempos se ha hecho mundialmente conocida por la impactante erupción del  Volcán Tajogaite , acontecida hace apenas cuatro años. Quisiera aclarar que Cumbre Vieja no es un volcán en sí mismo, sino una cordillera volcánica formada por un conjunto de cráteres y conos volcánicos, que se extienden de norte a sur abarcando media isla. De hecho, esta cadena montañosa está considerada como la columna vertebral de La Palma porque divide la isla en dos mitades bien diferenciadas, tanto a nivel geográfico como a nivel climático. El itinerario de hoy nos lleva a visitar dos colosos volcánicos, localizados en el extremo sur de la dorsal de Cumbre Vieja: el...

Potes y el Desfiladero de La Hermida, la entrada a los Picos de Europa.

Una nueva escapada por tierras cántabras nos lleva a visitar la Comarca de Liébana y su capital, Potes , uno de los pueblos más bonitos de España y de mayor afluencia turística gracias  a su patrimonio histórico y a una oferta gastronómica de lo más popular.  Su ubicación privilegiada en pleno corazón de los Picos de Europa han convertido a esta localidad en el punto de partida de las más importantes rutas  de montaña de Cantabria. Una de las opciones para practicar senderismo en las proximidades de Potes es la zona del Desfiladero de La Hermida que constituye la puerta de entrada a la cadena montañosa de Picos de Europa. Sus 21 kilómetros de longitud lo convierten en el desfiladero más largo de la península ibérica y la carretera que lo atraviesa, la N-621 que comunica Unquera con Lebeña, está considerada como una de las diez más espectaculares del mundo (según un estudio de la marca Seat realizado en muchos países),  un recorrido único que invita a conducir despaci...

Pico Banderillas por el Tranco del Perro, una travesía épica.

He aquí la crónica de nuestra subida al  Pico Banderillas , el punto más alto de la Sierra de Segura, en la provincia de Jaén. Una travesía épica porque, más allá de las dificultades propias de un recorrido de larga distancia y técnicamente exigente, hemos tenido que soportar una sofocante ola de calor con la que no contábamos y que ha complicado un poco más el reto. Lo bueno es que he sobrevivido para contarlo y ahora, un par de años después de la hazaña, puedo decir que recuerdo con cariño aquellos dos días interminables por el  Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas . Al fin y al cabo hemos podido recorrer otros enclaves diferentes a los ya conocidos y disfrutar de nuevos horizontes. De no ser por aquel lejano sufrimiento no guardaría hoy el recuerdo de estos paisajes únicos. La noche previa al trekking la pasamos en el camping "La Chopera" de Coto Ríos, con la intención de madrugar y aprovechar al máximo las horas de luz. Por delante n...